Columna: La indiferencia de los medios no es el camino correcto

13.03.2025 - En esta columna, el Director Ejecutivo, Cristian Prinea, reflexiona sobre la falta de conmemoración en los medios y la importancia de mantener viva la memoria para seguir luchando contra la discriminación


El 2 de marzo de 2012, Daniel Zamudio fue víctima de un ataque motivado por el odio, un hecho que dejó en evidencia una realidad que no podemos ignorar: en Chile, las personas LGBTIQA+ aún enfrentan riesgos de violencia extrema. Su historia marcó un antes y un después, impulsando reflexiones profundas sobre la urgencia de construir una sociedad más justa, donde el respeto y la dignidad de todas las personas sean garantizados.

Doce años después, esta realidad persiste. Según el Análisis Temático de la ENSSEX 2022-2023 de Fundación Todo Mejora, un 37,3% de personas LGBTIQA+ ha sufrido insultos o agresiones verbales, un 18,8% ha recibido amenazas con violencia, un 14,1% ha sido agredido físicamente y un 10,9% ha sido víctima de agresión sexual.

Pese a estas cifras alarmantes y cuando la reforma a la Ley Antidiscriminación sigue estancada, la conmemoración del ataque a Daniel Zamudio pasó casi desapercibida en los medios. Han pasado 13 días y aún no hay ninguna portada, ningún editorial. Como si su memoria importara menos, como si la violencia que sufrió no mereciera ser recordada. Pero el olvido también es violencia: el silencio no solo oculta, también permite que la historia se repita.

En un momento donde los discursos de odio ganan legitimidad, el periodismo no puede ser neutral. Los medios de comunicación deciden qué nombres quedan en la historia y cuáles se diluyen en el tiempo. No se puede hablar de democracia sin visibilizar aquello que pone en riesgo la dignidad y la vida de las personas.

En Fundación Todo Mejora trabajamos para que ninguna niñez o adolescencia, en especial LGBTIQA+, tenga que crecer en un país donde su identidad signifique miedo, discriminación o peligro. Pero este esfuerzo no puede recaer exclusivamente en Fundación Todo Mejora y en todas las otras organizaciones LGBTIQA+ que día a día trabajan por un mundo mejor. Necesitamos una prensa que visibilice esta realidad y que la informe con responsabilidad. Que entienda que recordar a Daniel Zamudio y tantas personas más no es nostalgia, sino un compromiso con el presente y el futuro.

Cuando el silencio se impone en los medios, el odio encuentra espacio para quedarse. Y cuando el odio no enfrenta consecuencias, sigue repitiéndose. Es momento de preguntarnos cuántas vidas más deben enfrentar violencia antes de que dejemos atrás la indiferencia y avancemos hacia un país donde el respeto y la seguridad sean una realidad para todas las personas.

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