8M y educación: el desafío pendiente para la igualdad de género

08.03.2025 - La educación es clave para la equidad, pero ser mujer no es una experiencia única. En su columna, Francisca Baeza, Directora de Innovación Social de Fundación Todo Mejora, reflexiona sobre los desafíos del 8M 2025 y la importancia de una mirada interseccional.


Por Francisca Baeza, Directora de Innovación Social de Fundación Todo Mejora

Cada 8 de marzo es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que aún persisten en materia de equidad de género. Uno de estos retos es la educación. En Fundación Todo Mejora apostamos por la educación continua desde una perspectiva LGBTIQA+ como clave para que todas las niñas y adolescentes crezcan sabiendo que sus sueños son válidos y posibles. No podemos permitir que la falta de educación sea un impedimento para su desarrollo identitario.

En 2025, todavía muchas niñas crecen sin acceso a información clara y libre de prejuicios sobre identidades de género, consentimiento, derechos sexuales y reproductivos. Muchas niñas y adolescentes carecen de herramientas para reconocer violencias o para desarrollar relaciones basadas en el respeto y la equidad. Sin una educación integral y no sexista,  es difícil cuestionar los mandatos de género impuestos para romper con estos estereotipos y construir un futuro en el que todas podamos decidir sobre nuestras vidas sin miedo ni culpa.

El análisis de Fundación Todo Mejora (2024), basado en la ENSSEX 2022-2023, revela que el 37,7% de las mujeres lesbianas y bisexuales (cis y trans) en Chile han sido víctimas de abuso sexual en su vida, y el 44,9% ha tenido ideación y/o planificación suicida en el último año. Además, el 58,3% de las mujeres trans presenta síntomas de ansiedad o depresión, y el 37,3% ha pensado o planeado un suicidio. 

Esto nos dice que aún hay muchas mujeres que necesitan ser escuchadas, acompañadas y respetadas. En Fundación Todo Mejora, esto lo confirmamos día a día cuando el 55,3% de quienes solicitan apoyo en Hora Segura, nuestra línea de ayuda gratuita para adolescentes y jóvenes LGBTIQA+, son mujeres. Lo que nos alerta a la necesidad de acceso a espacios seguros, de apoyo e información.

A esto se suma que, en términos de salud sexual y reproductiva, muchas no reciben la información más pertinente. Dentro del mismo informe destacamos que el 50,7% de las mujeres lesbianas y bisexuales no han utilizado métodos de barrera con sus parejas sexuales en el último año, en comparación con el 21,2% de hombres homosexuales y bisexuales.

Estos números reflejan lo difícil que puede ser crecer en una sociedad que muchas veces no respeta ni protege a todas las niñas, adolescentes y mujeres por igual. Hoy vemos como países que incluso cuentan con mayores recursos, buscan restringir derechos, limitando la información y retrocediendo en los avances ganados por las organizaciones sociales. 

Por esto, garantizar educación es más urgente que nunca, y nos referimos a una educación continua, no solo en las escuelas, sino a un aprendizaje que debe darse en todos los ámbitos: en los hogares, en los medios de comunicación, en los lugares de trabajo y en la sociedad en general. Solo a través de la educación podemos romper con los prejuicios que siguen marcando nuestras vidas y construir un entorno en el que todas las mujeres, sin distinción, vivan sin miedo y con dignidad.

Este 8M es un llamado a la acción. Ser mujer no es una experiencia única, las niñas, adolescentes y mujeres trans, lesbianas, bisexuales, arrománticas, asexuales y quienes desafían las normas de género enfrentan barreras que no pueden seguir siendo ignoradas. Para construir una sociedad verdaderamente inclusiva, necesitamos cambios reales y compromisos concretos. Apostemos por una educación que transforme, cuestione y abra caminos donde todas sean valoradas en su autenticidad y diversidad.

INVOLÚCRATE

Tu ayuda puede salvar una vida